lunes, 22 de octubre de 2007

¿De quién es la responsabilidad?


A la hora de buscar responsables por el presente futbolístico de la Gloria podemos apuntar en varias direcciones. Pero lo que realmente hay que analizar es que este presente es producto de un proceso, por lo que el análisis hay que hacerlo de una manera más profunda y no sólo limitarse a este tiempo. Uno puede achacar culpas a los refuerzos que no rinden de la manera esperada, a los pibes que no tienen la capacidad ni responsabilidad para sacar a Instituto adelante, al cuerpo técnico por no elegir bien los futbolistas o hacerlos jugar de una manera distinta a las que ellos sienten. Pero el problema de Instituto no es el hoy, sino un proceso que lleva más de cuatro años y que implicó que Instituto peleará (en primera y en la B Nacional), los últimos puestos. El problema de la Gloria debe remitirse netamente a lo institucional, donde sus dirigentes no han estado a la altura de los acontecimientos, apostando siempre al rendimiento de los refuerzos, no eligiendo bien que jugadores traer y por sobre todas las cosas, apostando a un proyecto de club que cada día aleja más a los socios de la institución. Un proyecto de club signado por el silencio y sin dar ningún tipo de explicaciones por parte de los dirigentes. ¿Qué los resultados deportivos son hechos fortuitos y nada tienen que ver con la vida institucional?. Ese es el arguemento dirigencial, pero tiene una visión muy parcial y tiene algo de lógica sólo en parte. Puede justificarse este interrogante con una mala campaña deportiva en un determinado campeonato, pero cuando los fracasos deportivos son una constante y se dan en seguidilla, sin dudas, que tiene, y mucho, que ver con un fracaso institucional. Hoy el problema de Instituto es institucional y sus únicos responsables son los dirigentes.

martes, 16 de octubre de 2007

"Vamos los pibes"




Durante los últimos 8 años, Instituto contrató mas de 120 jugadores para conformar los planteles de su equipo profesional, lo que marca a las claras que la política aplicada por la actual comisión directiva va en esa dirección, dejando de lado la posibilidad de conformar una plantel con jugadores propios y promovidos desde las divisiones inferiores. Cuando uno repasa la lista de refuerzos (si es que se los puede llamar de esta forma), encuentra nombres tales como: Enrique Colliard, Raponi, Zunino, Agotegaray, Bilbao, Faciutto, Quintana, Ojeda, Castagno y la lista continua. Tambien es cierto que muchos de los jugadores contratados rindieron y a creces, permitiendo a Instituto hacer grandes campañas, incluso ascender en dos oportunidades. Pero el problema es otro, no tienen la continuidad como para poder consolidar el equipo. En definitiva, vienen jugadores malos o los que rinden son tentados por otro club luego de tener una buena campaña en la gloria, y al año siguiente hay que contratar nuevemente muchos jugadores y depender del azar para que rindan o no. Y por eso es el presente de Instituto. Depender de los refuerzos es una lotería. En Instituto recurrir a los pibes de las inferiores siembre fue por necesidad (no funcionaron los refuerzos) que por convicción. Cuando uno apuesta a las divisiones inferiores por convicción permite formar una base propia de jugadores y no tener que depender de contrataciones, a veces muy onerosas para el club. Cuando uno hace la base propia de jugadores puede darse el lujo de mantener un equipo en el tiempo vendiendo uno o dos jugadores por temporada. Hoy Instituto está ante una gran oportunidad, el Chulo Rivoira a apostado (mas por necesidad, pero apostó) a los chicos del club. Es muy lindo ver a Carranza, Sanchirico, Percha Quiroga, Cámpora, Montalvo, Silvestre, Silvio y Lucas Romero, Griva, Bergallo, Nadeya, Lima, Canever, Luján, Rébora, entrenando con la primera y siendo la base del equipo. Es cierto, hay que bancarlos y no exigirles resultados inmediatos, pero esta puede ser la base de un Instituto por muchos años en primera. Sólo esta en los dirigentes apostar por ellos en la temporada venidera también y traer solo tres o cuatro refuerzos de categoria.

jueves, 11 de octubre de 2007

La deuda a Bobatto



Recientemente el presidente de Instituto, Diego Bobatto brindó una conferencia de prensa donde informó sobre una auditoría realizada por la Universidad Nacional de Córdoba. Bobatto destacó que en la misma fueron evaluadas algunas "cuentas relevantes" desde 1997 hasta la fecha, sin dar presiciones sobre las mismas, argumentando que era demasiado largo para leer y que la auditoria estaba a dispoción de los socios si así lo requerían. El presidente consideró que a partir de este hecho en 40 días se llamaría a Asamblea para la evaluación de los balances 2005/06 y 2006/07 que todavía no fueron puestos a consideración de los socios para su aprobación o no. Ante esto, la agrupación opositoria Integración Albirroja Capacidad y Cambio (IACC) cuestionó a través de un comunicado de prensa titulado ¿Una gran mentira? los alcances de esta auditoria y reveleron algunas de las cuentas auditadas entre las que se encontraba una deuda con Diego Bobatto que supera los 3 millones de pesos. IACC considera que "con un simple asiento contable, años después, regularizan una situación de error (horror) de $3.133.421,76; y aparece una deuda de repente de tamaña dimensión en 12/2005. ¿Esto es transparencia?". Posteriormente, la otra agrupación opositora, Unidad Por la Gloria, en conferencia de prensa revela entre otros temas que en el balance del año 2004/5 figura sólo una deuda con Bobatto por sólo una cifra que supera levemente los tres mil pesos.
Cabe preguntarse ahora. ¿Por qué Diego Bobatto no hace mención de esta cuenta en la conferencia de prensa?. ¿Por qué en el balance 2004/5 sólo figura una deuda de 3 mil pesos con el presidente?.